Enseñar al que no sabe
Explícale a Podemos qué es la Navidad
Explícale a Podemos qué es la Navidad
Viven obsesionados por ocultar que Navidad es la entrada de Dios en la Historia. ¿Se lo recordamos?
Se empeñan en ocultarlo, o en ignorarlo. O lo que es peor: intentan dividir, enfrentar. Dictan quién es merecedor de reconocimiento y quién, culpable por defender sus creencias.
¿Les explicamos a estos señores qué es la Navidad? Y de paso... ¿les pedimos que dejen de arrojar piedras contra quienes nunca nos vamos a rendir?
Explícale a Pablo Iglesias, a Alberto Garzón, a Podemos, a Izquierda Unida, qué es la Navidad.
Ayuntamientos que declaran los belenes enemigos públicos y los destierran de sus calles, instituciones que decretan que la Navidad no es una fiesta cristiana porque un señor que pasaba por allí ha sentido lastimada su supuesta sensibilidad, asaltos a iglesias, líderes políticos proclamando que los cristianos son culpables de intolerancia y deben ser eliminados de la vida pública.
Me pregunto cuánta intolerancia, cuánta capacidad para crear divisiones y enfrentamientos, cuánta violencia contra el disidente, cuánta idiotez puede aguantar una sociedad.
¿Hasta cuándo vamos a aguantar esta agotadora sucesión de agresiones e idioteces? Que además pagamos con nuestro sueldo.
¿Qué ha de pasar todavía para que reaccionemos de una vez?
Digámosle a esta gente que tú y yo no aguantamos más sus insultos y sus estupideces.
Explicale a Podemos qué es la Navidad y pídeles que dejen de insultarnos.
A decir verdad, gentes como Podemos, como Izquierda Unida, como los poquitos que todavía quedan en el Partido Comunista, o en grupitos pseudoanarquistas y antisistema, no son más que los herederos de quienes hace tantos siglos intentan borrar la libertad de la faz de la Tierra.
Son los mismos que, hoy hace tantos siglos, lapidaron a San Esteban.
¿Y qué ha sucedido veinte siglos después?
Que los enemigos de la libertad siguen gritando por las esquinas... y la mayoría seguimos aquí, fieles a lo que defendieron nuestros ancestros, plantándoles cara.
Así que no nos engañemos... ¡ya hemos vencido!
¡Feliz Navidad!